La contingencia sanitaria por COVID-19 exacerbó las barreras estructurales para la paridad de género

La contingencia sanitaria que se dio a raíz de la pandemia de SARS-CoV-2 a partir de los meses de febrero y marzo de 2020, causó enormes disrupciones en la economía, organización y la misma tela social a nivel mundial. Mientras los gobiernos se ocuparon en tratar de evitar la propagación del virus y en menor medida en mitigar los impactos económicos inmediatos, los efectos sociales que tuvieron las medidas adoptadas no se consideraron o bien, se ignoraron. Ya a más de dos años del inicio de la pandemia, queda claro que, los efectos sociales serán de largo plazo y afectan desigualmente a las personas de acuerdo con su género, situación socioeconómica, edad, entre otras, como lo comentan Vásquez-Vera y cols1.

En particular, las barreras estructurales para la paridad de género se incrementaron, y dejaron una brecha mucho mayor entre las circunstancias de hombres y mujeres que la que existía antes de la pandemia. Incluso al tratar de investigar sobre estas disparidades, se encuentra que los mismos gobiernos e instituciones que recolectaron datos sobre los impactos de la contingencia sanitaria, no desagregaron o lo hicieron parcialmente, todos los datos o indicadores por sexo, oscureciendo así los efectos sobre la igualdad de género. Como comenta Ruiz-Cantero (MT) la ceguera de género en la información sobre COVID-19 se expresa en los propios datos2. La autora presenta, en un análisis rápido sobre las cifras de hospitalizaciones de pacientes COVID-19, que las mujeres presentaron un retraso diagnóstico y menor número de hospitalizaciones, hechos que pueden resultar en una subestimación del número de mujeres afectadas.

Una de las medidas tomadas por los gobiernos de muchos países y territorios, fue el cierre de las escuelas, casas hogares y guarderías. Esto resultó en un incremento muy desigual en las responsabilidades de cuidados en las familias, ya que normalmente las labores del cuidado de los niños y niñas y las personas adultas mayores recaen principalmente en las mujeres, conforme la división sexual del trabajo. Esta situación afectó con mayor intensidad la economía de las mujeres, al verse forzadas a dejar sus trabajos remunerados para cuidar a sus familiares. Otros factores y circunstancias que impactaron en las pérdidas económicas de las mujeres ocasionadas por la pandemia, se relacionan con su mayor presencia en los trabajos informales y precarios, y el menor valor social de los mismos, como lo muestra un estudio reciente en México3.

En cuanto a la salud, si bien la pandemia de COVID-19 afectó a todos los grupos poblacionales, y cualquier persona puede contagiarse, las estadísticas sanitarias muestran que el impacto ha sido mayor de acuerdo a los Determinantes Sociales de la Salud, donde el sexo/género, las condiciones socioeconómicas, la etnicidad, el grupo etario, la pertenencia a minorías, las condiciones sanitarias, el acceso al agua, al empleo, a los servicios de salud, la disponibilidad de vacunas, entre otros, muestran un fenómeno que debe atenderse con políticas públicas intersectoriales4,5.

Por último, las medidas de confinamiento hicieron que se incrementara la violencia intrafamiliar, pues al estar todos los miembros de las familias y grupos domésticos encerrados en un ambiente, a veces muy reducido, incrementó las tensiones y las oportunidades de violencia. También en este rubro, las mujeres, los niños y las niñas fueron quienes más sufrieron el incremento de la violencia, al convivir en esos espacios con sus agresores3,6.

Como resultado de todos estos cambios, las mujeres se encuentran en una situación mucho más desigual que la tenían al inicio de la pandemia con respecto a los hombres, y se vislumbra que tomará muchos años para que se recuperen las pérdidas en igualdad de género7.

 

Bibliografía

  1. Vásquez-Vera H, León-Gómez BB, Borrell C, Jacques-Aviñó C, López MJ, Medina-Perucha L, et al. Inequities in the distribution of COVID-19: an adaptation of WHO’s conceptual framework. Gac Sanit., (2021). https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2021.10.004
  2. Ruiz-Cantero, MT. Las estadísticas sanitarias y la invisibilidad por sexo y de género durante la epidemia de COVID-19. Gac Sanit., (2021), 35, pp. 95-98 http://dx.doi.org/10.1016/j.gaceta.2020.04.008
  3. Villeda MC, Kyander A, Téllez A. Encuesta de Evaluación Rápida sobre el Impacto de COVID-19 México. Informe de Resultados. (2021).http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/ENERICOV-25022021.pdf 
  4. Análisis de género y salud Covid-19 en las Américas. Washington, D.C. (2021).https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/55557/OPSEGCCOVID-19210006_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y 
  5. Martín-Moreno JM, Arenas A, Bengoa R, Borrell C, Franco M, García-Basteiro AL, et al. Reflexiones sobre cómo evaluar y mejorar la respuesta a la pandemia de COVID-19. Gac Sanit., (2022). 36(1), pp. 32-36. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2020.11.008
  6. Ruiz-Pérez I, Pastor-Moreno G. Medidas de contención de la violencia de género durante la pandemia de COVID-19. Gac Sanit., (2021), 35(4), pp. 389–94. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2020.04.005
  7. Rioseco Gallegos M, Núñez de León K, Jasis Silberg M, Vega Montiel A. Situación de las mujeres mexicanas en tiempos de pandemia. Instituto Nacional de las Mujeres. INMUJERES, Gobierno de México, editores. (2022) http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/Dialogo Nacional Web.pdf

 

 

 

 

 

 

 

 

Aline Gómez Maqueo Chew

Es la Coordinadora de Estructura y Función de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad del Valle de México campus Hermosillo. Está a cargo de la supervisión, mantenimiento de los laboratorios de anatomía, embriología y fisiología, así como la capacitación en el área de los profesores de estas materias. Además, da seguimiento a los reportes de prácticas y la calidad de los laboratorios impartidos. Anteriormente se desempeñó como Coordinadora de Investigación en esta misma universidad en donde estuvo a cargo de la implementación de los protocolos nacionales de investigación, de los profesores investigadores de campus, del registro de protocolos y del Comité de Investigación de la institución.
Es doctora en Bioquímica, Microbiología y Biología Molecular por la Universidad Estatal de Pensilvania en E.E.U.U. donde trabajó desarrollando proyectos de genómica funcional y de biosíntesis de moléculas complejas; seguida de una estancia posdoctoral de genética microbiana en el Departamento de Microbiología de la Universidad Estatal de Ohio. Tiene más de 15 años de experiencia asesorando a estudiantes de licenciatura y posgrado en la planeación y ejecución de sus trabajos de investigación; y, más de 20 años de experiencia docente en México y en el extranjero en las áreas de investigación, física básica, bioquímica y microbiología, tanto general como médica. Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) como Investigador Nivel I (2010-2012); ha participado como jurado en múltiples concursos de ciencia para estudiantes de nivel bachillerato; cuenta con múltiples publicaciones en revistas arbitradas; y ha sido ponente en congresos y foros de investigación a nivel internacional. Desde el 2015 ha participado activamente en la Red Binacional de Salud Fronteriza y entre 2015 y 2020 como co-responsable de Investigación en Salud en el Sub-comité de Servicios de Salud de la Comisión Sonora-Arizona (Arizona-Mexico Commission).