Necesitamos un cambio de modelo en la atención al parto

El objetivo de esta entrada es aportar mi reflexión al artículo Percepción de la atención sanitaria en la primera experiencia de maternidad y paternidad publicado en Gaceta Sanitaria , sobre la percepción de los padres que afrontan la maternidad por primera vez en nuestro país, y donde se constata la necesidad de implementar nuevas estrategias en la atención del embarazo parto y puerperio.

Atendiendo a las limitaciones del estudio que reconocen los autores por no poder extrapolar sus resultados a la población general, sí existe la posibilidad de que los testimonios aportados se repitan en cualquiera territorio de nuestro Sistema Nacional de Salud.

En esta entrada, me gustaría centrarme sobretodo en el parto debido a que un cambio considerable en este proceso condicionaría un cambio del resto de procesos directos implicados.

El parto y el nacimiento son experiencias profundas y únicas y, al mismo tiempo, procesos fisiológicos complejos. El deseo de que el parto culmine con el nacimiento de una criatura sana, sin menos cabo de la salud materna, ha propiciado la institucionalización de los partos, su dirección médica sistemática y el que se implementen en la práctica algunas intervenciones médicas y quirúrgicas sin disponer de la suficiente evidencia sobre su seguridad y eficacia. Así, en las últimas décadas, se ha producido una rápida expansión en el desarrollo y uso de un abanico de prácticas ideadas para iniciar, aumentar, acelerar, o monitorizar el proceso del parto, con el propósito de procurar su mejor desenlace, habiendo llegado a convertirse en prácticas habituales y rutinarias, que se aplican incluso en partos de mujeres sanas sin complicaciones, que no presentan riesgos obstétricos.

Por este motivo, nos encontramos en un momento propicio para revisar y reorientar la atención al parto, mejorando otros aspectos como la autonomía de la mujer, la humanización de la atención en el parto y la aplicación de la práctica clínica basada en la evidencia. Se trata pues, de ofrecer a la mujer las máximas condiciones de seguridad a la vez que se reconoce el derecho a parir con dignidad, respeto e intimidad. A participar de forma activa en la toma de decisiones y en decidir sobre las mejores condiciones tanto para ellas como para sus recién nacidos.

Existen diferentes modelos de atención a las mujeres con partos de bajo riesgo (Sandall et al., 2016): atendido por matronas, proporcionado por obstetras y los modelos mixtos (el que impera en España).

Atendiendo a la evidencia publicada hasta el momento, la atención al embarazo, parto y puerperio por matronas proporciona mayores beneficios que otros modelos médicos o de atención compartida, sin efectos adversos: disminuye la utilización de analgesia regional y episiotomía durante el parto, aumenta la tasa de parto vaginal espontáneo, las mujeres tienen una sensación mayor de control y una mayor probabilidad de ser atendida por matronas conocidas, así como una mayor tasa de inicio de la lactancia materna (Chen et al., 2018). La muerte fetal y neonatal general es similar en los diferentes modelos de atención, además la satisfacción parece mayor (Ministerio de Sanidad, 2018).

Cataluña ha apostado ya por este modelo creando una casa de partos ubicada en el Hospital Sant Joan de Déu de Martorell, siendo pionera en este sentido, donde la unidad está gestionada y liderada por matronas.

Por último, creo que se debe plantear una redistribución de los presupuestos destinados a la salud. Asumiendo que la mayoría de las mujeres embarazadas, son mujeres sanas, es conveniente que los recursos se destinen de forma proporcional para promover una atención personalizada en espacios sin excesiva tecnificación.

La sostenibilidad de nuestro sistema sanitario requiere un esfuerzo de reordenación de los recursos.  Creo firmemente, que el reto es apasionante y merece la pena trabajar para conseguirlo.

Referencias

  1. Chen, I., Opiyo, N., Tavender, E., Mortazhejri, S., Rader, T., Petkovic, J., Yogasingam, S., et al., 2018. Non-clinical interventions for reducing unnecessary caesarean section. Cochrane database Syst. Rev. https://doi.org/10.1002/14651858.CD005528.pub3
  2. Ministerio de Sanidad, C. y B.S., 2018. Encuesta Nacional de Salud España (ENSE) 2017.
  3. Sandall, J., Soltani, H., Gates, S., Shennan, A., Devane, D., 2016. Midwife-led continuity models versus other models of care for childbearing women. Cochrane Database Syst. Rev. https://doi.org/10.1002/14651858.CD004667.pub5
  4. Warren, C.E., Njue, R., Ndwiga, C., Abuya, T., Kabo, J.W.,  et al., 2018. WHO recommendations: Intrapartum care for a positive childbirth experience. BMC Pregnancy Childbirth. https://doi.org/10.5935/1676-4285.20155067

 

Rafael Vila Candel. Responsable del Área Integral de la Mujer del Hospital Universitario de la Ribera. Profesor Asociado de la Universitat de València. Académico Numerario de la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana.