COVID persistente: un nuevo desafío para el Sistema Sanitario

Según datos publicados de diferentes cohortes, se estima que un 10% de las y los pacientes infectadas/os de SARS-CoV-2 desarrollarían COVID persistente. En España, con un total de 13.748.918 casos agudos a fecha 10 de febrero del 2023 según datos del Ministerio de Sanidad, supondría más de un millón trescientos mil casos de pacientes susceptibles de padecer COVID persistente1. Estos datos, junto a la dificultad aún existente en la actualidad en el diagnóstico, incluso la controversia en la propia definición de la enfermedad, realizada a través de consenso internacional de personas expertas2, o la ausencia de registros clínicos compartidos a nivel nacional etc., auguran la existencia de un problema de infradiagnóstico.

La COVID persistente presenta un escenario incierto en el que las/os profesionales se sitúan ante un nuevo problema de salud sobre el que no existe aún suficiente evidencia científica. Se trata de una situación de incertidumbre en el que se deben tomar decisiones clínicas aún sin certezas ni herramientas para realizar un diagnóstico preciso. En la mayoría de los casos depende del relato del paciente acerca de su sintomatología y, sobre todo, del impacto que la misma tiene sobre su funcionalidad y calidad de vida.

El estudio titulado Vivencias e impacto en la calidad de vida de personas con COVID persistente 3, puso el foco precisamente en la experiencia de las/os pacientes, e implica un avance de la investigación y el aumento del conocimiento sobre qué es la COVID persistente y sus características. Su objetivo fue explorar las vivencias y experiencia de las personas con COVID persistente en el País Vasco transcurrido más de un año desde el inicio de la pandemia, para comprender el impacto en la salud y social que supone, así como detectar posibles áreas de mejora en la asistencia sanitaria.  Para hacer una primera aproximación al fenómeno objeto de estudio, se implementó un diseño cualitativo mediante entrevistas en profundidad, lo que permitió ahondar en las experiencias individuales con el fin de comprender los significados, las interpretaciones y las experiencias vividas. Se incluyeron pacientes mayores de edad que presentaban síntomas persistentes de COVID-19 de más de 12 semanas de duración: respiratorios, digestivos, dermatológicos, cardiacos, osteoarticulares, psicológicos, neurológicos o generales (febrícula, escalofríos, anorexia, etc.)4. La selección de las/os participantes, al carecer en aquel momento de un registro clínico y etiqueta diagnóstica CIE-10, se realizó con un muestreo intencional a través del Colectivo COVID Persistente de Euskadi.

Imagen libre de derechos (CC0). Disponible en iStock (https://www.istockphoto.com)

Los síntomas referidos por los/las participantes fueron variados, siendo el más prevalente la fatiga, aunque también describieron disfunción cognitiva, deterioro de la memoria, afectación del habla, trastornos del sueño, cefaleas, anosmia, dolores musculares y síntomas cardiovasculares (taquicardias), en línea con lo reportado por otros/as autores/as5,6.

La COVID persistente tiene un demoledor impacto sobre todos los ámbitos de la vida de las y los pacientes, dado que puede afectar a su funcionamiento en la vida diaria, la vida laboral y la participación social. Un dato relevante es que el 75% (15) de las y los pacientes que participaron en el estudio realizaba deporte previamente a enfermar de COVID-19; de quienes realizaban deporte, tan solo el 26% (4) volvieron a hacerlo tras la infección y el 65% (13) estaban en situación de baja laboral en el momento en el que se realizó la entrevista. Como consecuencia de la limitación funcional, los/las participantes ven también disminuida en general su actividad social. De la misma forma, esta enfermedad impacta en su productividad laboral por la necesidad de recurrentes bajas laborales o flexibilidad laboral, situación que depende directamente de sus condiciones laborales y económicas. Autores como Parums7 han puesto de manifiesto el impacto social y en la economía de la salud que supone la incapacidad como consecuencia de la COVID persistente.

En el momento actual, es necesario aumentar la evidencia acerca de esta nueva enfermedad en lo relacionado con el diagnóstico y tratamiento. Por otro lado, es aún necesaria la sensibilización y formación de las y los profesionales de la salud sobre la COVID persistente, así como la necesidad de proporcionar una atención integral y de continuidad asistencial. La Atención Primaria resulta fundamental en la atención de pacientes con COVID persistente al ser la puerta de entrada al sistema sanitario y estar en disposición de coordinar la atención con el resto de las especialidades, constituyendo un eje importante en la gestión de este proceso. Es necesaria también la atención multidisciplinar y la coordinación de las distintas especialidades, como, por ejemplo, neumología, enfermedades infecciosas, neurología, salud mental, aparato digestivo, cardiología y fisioterapia, entre otras, para el abordaje integral de estos/as pacientes 4.

No se debe obviar que la COVID persistente representa un problema de índole sociolaboral y económico, no solo de salud. Se ha comenzado a estudiar también el impacto en la productividad debido a la enfermedad. Por tanto, los esfuerzos ahora han de dirigirse no solo al desarrollo de métodos diagnósticos y tratamiento, sino también al desarrollo de intervenciones que permitan mejorar la calidad de vida de las y los pacientes. En este sentido, la Red Española de Investigación en COVID Persistente (REiCOP), que aglutina a más de 50 sociedades científicas, tiene abiertas diferentes líneas de investigación.

Verónica Tíscar-Gonzáleza,b,c,d  y Sheila Sánchez-Gómeze,f  son autoras del artículo Vivencias e impacto en la calidad de vida de personas con COVID persistente publicado en Gaceta Sanitaria. Verónica Tíscar es miembro del comité ejecutivo de la Red Española de Investigación COVID persistente REiCOP.

a Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces Bizkaia, Barakaldo, Bizkaia, España

b Osakidetza Servicio Vasco de Salud, Organización Sanitaria Integrada Bilbao Basurto, Bilbao, España

c Escuela Universitaria de Enfermería de Vitoria, Universidad del País Vasco, Vitoria-Gasteiz, España

d Academia de Ciencias de enfermería de Bizkaia, Bizkaia, España

e Osakidetza Servicio Vasco de Salud, Organización Sanitaria Integrada Araba, Vitoria-Gasteiz, España

f Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Vitoria-Gasteiz, España

Referencias

  1. Gobierno de España: Ministerio de Sanidad. Enfermedad por nuevo coronavirus, COVID-19. Situación actual. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/situacionActual.htm
  2. Soriano J. A clinical case definition of post-COVID-19 condition by a Delphi consensus. thelancet.com/infection. 2022;22:19–21.
  3. Tíscar-González V, et al. Vivencias e impacto en la calidad de vida de personas con COVID persistente. Gac Sanit. 2022;37:102247.
  4. Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Guía clínica para la atención al paciente Long COVID; 2021. Disponible en: https://www.segg.es/media/descargas/GUIA-CLINICA_COVID-Persistent_20210501_version-final.pdf
  5. Al-Aly Z, Xie Y, Bowe B. High-dimensional characterization of post-acute sequelae of COVID-19. Nature. 2021;594:259–64.
  6. Davis H, Assaf G, McCorkell L. Characterizing long COVID in an international cohort: 7 months of symptoms and their impact. EClinicalMedicine. 2021;38:101019.
  7. Parums DV. Long COVID, or post-COVID syndrome, and the global impact on health care. Med Sci Monit. 2021;27:e933446.