La importancia de la dieta mediterránea y su impacto en el ser humano y en el medio ambiente del cual depende

El impacto de la dieta mediterránea sobre la salud cardiovascular es incuestionable. El estudio multicéntrico PREDIMED, iniciado en octubre de 2003, incluyó a más de siete mil pacientes sin manifestaciones clínicas de enfermedad cardiovascular, pero con un elevado riesgo de presentarlas porque padecían diabetes o presentaban tres o más factores de riesgo. Dividieron a los participantes de forma aleatoria en tres grupos de intervención: a) una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra; b) una dieta mediterránea suplementada con frutos secos (nueces, avellanas y almendras); y c) una dieta control, baja en todo tipo de grasa.

Tras casi 5 años de seguimiento, los dos grupos de dieta mediterránea presentaron una reducción del 30% en el riesgo de sufrir una complicación cardiovascular (infarto de miocardio, accidente vascular cerebral o muerte de causa cardiovascular), comparado con el grupo control bajo en grasa (1).

PREDIMED

Con este estudio demostraron, con el máximo nivel de evidencia científica, que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos es muy eficaz en la prevención de la enfermedad cardiovascular.

También merece la pena destacar la eficacia de esta dieta sobre la incidencia de nuevos casos de diabetes (2). Observaron que el grupo que siguió la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen presentaba una reducción del 40% en el riesgo de desarrollar diabetes, comparado con el grupo control.

Además, advirtieron cambios favorables en otros factores de riesgo vascular (presión arterial, perfil lipídico y marcadores de oxidación e inflamación), regresión de las lesiones arterioscleróticas medidas por técnicas de imagen como la ultrasonografía y la resonancia magnética tras dos años de intervención con dieta mediterránea, y reducción del riesgo genético de presentar determinadas patologías, como el efecto adverso del polimorfismo TCF7L2 rs7903146 (C>T) sobre los factores de riesgo vascular (glucemia y perfil lipídico) y, lo más importante, sobre la incidencia de accidente vascular cerebral.

Por todo ello, la dieta mediterránea tradicional es un pilar fundamental en la prevención y tratamiento de patologías crónicas como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.

No obstante, el efecto protector de esta dieta podría aumentarse aún más si se cambia el aceite de oliva común por virgen extra, se aumenta el consumo de frutos secos, pescado azul, fruta, verdura y legumbres, se sustituye el pan y cereales refinados por integrales, se mantiene un consumo moderado de vino (siempre con las comidas), se reduce la ingesta de sal y de carnes, especialmente la roja, y se evita el consumo de refrescos azucarados, bollería y dulces industriales.

Asimismo, debemos entender el estudio PREDIMED como un ejercicio ejemplar de integración de la investigación biomédica de mayor nivel internacional en la Atención Primaria de Salud. La Atención Primaria de siete comunidades autónomas españolas (Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra y País Vasco) ha supuesto la plataforma de reclutamiento e intervención de los pacientes del PREDIMED y también de la captación de los más de 6.000 participantes del actual PREDIMED-PLUS. Sin la implicación de los equipos de Atención Primaria estos estudios no serían factibles.

Con estas investigaciones constatamos la importancia de la alimentación y de otros hábitos y estilos de vida saludables en la Salud Pública y que frecuentemente son más trascendentes que la propia farmacología. Ello pone de relieve la necesidad de formar a los equipos de Atención Primaria en temas de alimentación y nutrición, integrar profesionales de la Dietética y la Nutrición en los equipos, y desarrollar políticas nutricionales encaminadas a favorecer un sistema alimentario que promueva e incentive la dieta mediterránea.

En este camino, los logros de investigación cosechados por el equipo del estudio PREDIMED se podrán transformar en mejoras tangibles para todos los usuarios del Sistema Nacional de Salud.

¿Qué impacto medioambiental tiene la dieta mediterránea?

Percibamos a la dieta mediterránea, no solo como un conjunto de alimentos, sino como una cultura sobre las formas de producir y elaborar los alimentos.

Existen múltiples ejemplos de cómo el abandono de prácticas tradicionales de cultivo, ganadería y pesca afectan a la sostenibilidad en sí misma y a la protección de la biodiversidad. Consideremos no solo los cambios del ecosistema que produce la industria alimentaria; pensemos que se calcula que un kilogramo de carne precisa de una tonelada de cereales para su producción; y aderecemos todo esto con el efecto invernadero provocado por las emisiones de gases de la industria alimentaria, de las inmensas áreas de cultivo necesarias para tanta producción o el correspondiente consumo de agua. Es muy probable que lleguemos a la conclusión de que producen inevitablemente cambios climáticos.

Por el contrario, la dieta mediterránea es un modelo alimentario con muy bajo impacto medioambiental en comparación con la dieta occidental y puede considerarse también como un elemento fundamental en la agenda para la lucha contra el cambio climático (3).

Un paso adecuado es actuar sobre el proceso de globalización de la llamada dieta occidental tomando el camino de favorecer los alimentos poco procesados, frescos, de temporada y cultivados y obtenidos localmente. A esta conclusión se ha llegado fruto del estudio de los “siete países”, iniciado por Ancel Keys.

Ejemplos procedentes de este concepto de alimentación sostenible están las iniciativas “glocalizadoras”* como la de “Pon a Gran Canaria en tu plato” (http://www.youtube.com/watch?v=UC4Au7w_8xo&sns=em) (4). Este mensaje casa con la conocida como la “soberanía alimentaria”. Conceptualizada en 1996, se define como la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria. Implica proteger el mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado internacional, y contra la práctica de la venta por debajo de los costos de producción.

La dieta mediterránea reúne muchas de estas características de sostenibilidad y de protección de la biodiversidad, del medio ambiente y de “soberanía alimentaria”, además, de ser muy adaptable a las economías de los ciudadanos.

De ahí la iniciativa que culminó en noviembre de 2010 con su inclusión en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO.

Es necesario crear un puente ético al futuro entre la supervivencia de la especie humana y el medio ambiente del cual depende. Debemos ver el entorno más allá de su utilitarismo inmediato. Adoptar un modo de ser de ciudadano ecológico, un modo de ser en el mundo donde mantengamos un equilibrio entre el dominio del medio y una adecuada coexistencia.

 

* Glocalización: Global + Local = Glocal; glocalización es un movimiento antiglobalización haciendo que lo que realmente se globalice en cada lugar del mundo sean sus propias identidades culturales locales.

Lluís Serra Majem (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) y Juan Antonio García Pastor (Sociedad Canaria de Salud Pública).

 

Bibliografía.

  1. Estruch R, Ros E, Salas-Salvadó J, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet. N Engl J Med. 2013; 368:1279-90
  2. Salas-Salvado J, Bullo M, Estruch R, et al. Prevention of diabetes with Mediterranean diets. Ann Intern Med. 2014;160:1-10
  3. Sáez-Almendros S, Obrador B, Bach-Faig A, Serra-Majem L. Environmental footprints of Mediterranean versus Western dietary patterns: beyond the health benefits of the Mediterranean diet. Environ Health 2013;12:118
  4. Vídeo del Proyecto «La isla en tu Plato». Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias – IUIBS y el Grupo de Nutrición – ULPGC de la ULPGC, la Fundación para la Investigacion Nutricional y la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación. Difunde el Decálogo por una Alimentación Sostenible en la Comunidad con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2016