El dividendo patriarcal

Se ha instalado entre nosotros la idea falsa de que ya hemos llegado a un nivel de igualdad entre hombres y mujeres aceptable. Con frecuencia los hombres en sus conversaciones privadas o en sus intervenciones en el espacio público argumentan que ya existe igualdad de oportunidades, que ellos no se sienten privilegiados en nuestra sociedad y manifiestan un cierto hartazgo sobre las reivindicaciones feministas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad estamos muy lejos de niveles democráticamente aceptables de igualdad de géneros en España, es más, la importancia del papel de los propios hombres en la construcción de una sociedad libre de desigualdades de género nunca ha sido más evidente, si los hombres siguen callados y no unen su voz a las del ya pujante movimiento feminista español, el cambio a una sociedad igualitaria no será posible

No daremos pasos adelante en esta necesidad democrática hasta que los hombres no dejen de usar sus privilegios y sean conscientes de su papel social hablando entre ellos de estas cuestiones.

La socióloga australiana Raewyn Connell ha propuesto una noción que puede ser muy útil para avanzar en este terreno, sencillamente los hombres nos beneficiamos por el mero hecho de ser hombres de un dividendo patriarcal, al igual que en el terreno del marxismo el capital se beneficia de las plusvalías, e igual que los capitalistas obtienen plusvalías manteniendo el capitalismo, los hombres obtenemos dividendos patriarcales manteniendo el actual orden de género. Esto ocurre en los hombres que practican las masculinidades hegemonicas

El más evidente de esos privilegios es el económico. Connell estima que la masa salarial de los hombres en el mundo es un 170% superior al de las mujeres, o sea casi tres veces superior. En nuestro medio y en el mismo sentido, Maria Teresa Ruiz Cantero, compañera de mi departamento en su proyecto Indigenes, valoró en 30 años el retraso salarial de las mujeres en España, es decir en la actualidad la media de la masa salarial de las mujeres es la misma que la que tenían como media los hombres en el año 80. Según sus datos, en España, los hombres ganan un 24% más que las mujeres, estamos mejor que la media mundial, pero sigue siendo una diferencia muy injusta, es como si las mujeres, llegado Octubre siguieran trabajando sin cobrar hasta llegar a fin de año, todos los años, a ello habría que añadir la existencia de un techo de cristal que impide la promoción de las mujeres para igual tarea. Epidemiología de las desigualdades del desarrollo de género en España (1990-2000)

El segundo de los privilegios es la mera supervivencia a la violencia. A nivel mundial, muchas mujeres (missing women) ni siquiera nacen, el aborto selectivo a fetos femeninos en países como China e India está causando graves problemas demográficos en estos países que hace años perdieron la razón de sexos que produce la biología, la violencia física contra las mujeres por parte de los hombres es un problema de salud pública mundial del que en España se está tomando conciencia desde hace solo diez años, se produce la aberración de que la inmensa mayoría de las mujeres asesinadas lo son por su compañero intimo. Es un problema enorme al que la legislación desarrollada hace pocos años no ha conseguido hacer disminuir claramente, supone un gravísimo problema para las mujeres, para los hombres que con frecuencia se suicidan o pasan largas condenas de cárcel y para las familias, se estima en unas 800.000 las personas afectadas por esta lacra en España ver Estado de salud y violencia contra la mujer en la pareja

No existe un problema especular, la violencia de las mujeres contra los hombres es negligible o se produce en situaciones extremas de legítima defensa. Se da la circunstancia paradójica de que para los hombres el riesgo de violencia empieza cuando salen de sus casas, mientras que para las mujeres empieza cuando entran en sus propias casas.

El tercero sin duda es la sexualidad, el orden de género la estipula y organiza para beneficio y placer de la masculinidad hegemónica heterosexual, obligando a las mujeres a enfatizar su femineidad con afeites, trajes y zapatos en estrictas normas de políticas del cuerpo en cuanto a peso, talla y distribución de volúmenes. No existe prácticamente prostitución masculina utilizada por mujeres, solo tiene alguna entidad la usada por hombres de sexualidad disidente que quieren aparecer socialmente como masculinos hegemónicos. Lejos está también la existencia de la prostitución si no es en un contexto de trata y explotación sexual de las mujeres.La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) cifra en 500.000 el número de mujeres que entran todos los años en Europa occidental para ser explotadas sexualmente. A su vez, en la Encuesta Nacional de Salud Sexual de 2009 (CIS) el 4,6% de los hombres afirmó haber pagado por sexo en los últimos 12 meses, mientras que sólo el 0,1% de las mujeres lo había hecho. En cuanto al porcentaje total de hombres que alguna vez ha pagado por mantener relaciones sexuales, se manejan distintas cifras: según la encuesta Nacional sobre Salud y Hábitos Sexuales (INE, 2003) un 27,3%, mientras que de acuerdo al informe de Naciones Unidas (2012) sería un 39%. Y en todo caso no hay que olvidar que la prostitución no es un problema de sexualidad sino de dominación del cuerpo de las mujeres y en último término como apunta Peter Szilno es un problema de mujeres, sino de hombres que la causan.

Tampoco existe la prostitución fuera de la trata y el abuso. La leyenda urbana de «hay mujeres que eligen dedicarse a la prostitución por que les gusta» no es más que una proyección del deseo rijoso de algunos hombres . Las violaciones son también un símbolo de que algo no va bien en la sexualidad heteronormativa, son frecuentísimas, vergonzantemente frecuentes, las mujeres en España tienen un riesgo del 50% durante su vida fértil de ser violadas, con mucha frecuencia por sus parejas u otros miembros de su propia familia , los hombres no son violados nunca por las mujeres y pocos tienen experiencia de acoso sexual, además del dividendo económico, vital y sexual los hombres obtienen otros dividendos en terrenos como la autoridad , el prestigio, los cuidados, las tareas domesticas y la participación en instituciones.

Resulta asombroso que ante esta situación sigamos con el sueño de que hemos llegado a un nivel aceptable de igualdad de género en España, y aun más asombroso que los hombres no hablemos entre nosotros de estos temas y no nos pronunciemos mas en público denunciando esta terrible situación de déficit democrático en nuestra sociedad (imaginen que la mitad sur de España estuviera matando a los del norte por el mero hecho de ser del norte). Podría decirse que es lo que está pasando con los asesinatos machistas, que hace tiempo que superaron la trágica cifra de asesinados por violencia política en la democracia), ni siquiera la llamada nueva política se ha tomado en serio esta cuestión. A Podemos se le ha criticado, con razón su falta de sensibilidad feminista. Y a Ciudadanos, ay!! no se les ocurre otra cosa que pedir la legalización de la prostitución de mujeres. Y, en nuestro medio en el regimen de genero de la epidemiogia y la salud publica , CIBERESP tiene una clara infrarrepresentación de mujeres en sus puestos directivos

Solo entendiendo que el género es una construcción humana y perfectible del que derivan estos problemas de dominación que he relatado aquí, pero también un sinnúmero de cosas bellas, placenteras y útiles (basta leer a Mario Benedetti o Juan Gelman para comprender el inmenso placer que encierran las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres) y que hasta que los hombres no empiecen a negarse a usar sus privilegios y a tomar parte activa en la solución de este evidente déficit democrático no habrá nada que hacer. Este es el motivo principal por el que he escrito este post.

 

carlosr

    Carlos Alvarez-Dardet es catedrático de salud pública, miembro del Instituto    Universitario de Estudios de Género en la Universidad de Alicante y editor asociado de    Gaceta Sanitaria